La periodontitis es una enfermedad inflamatoria de los tejidos
periodontales que puede dar lugar a la pérdida gradual de los dientes y
de las estructuras que los soportan.
Causa de la periodontitis
Las bacterias y sus toxinas proliferan y generan la placa bacteriana.
Si no se elimina la placa con una higiene oral adecuada, se forma el
sarro debido al depósito de minerales. Entonces el cepillo dental de
casa ya no resulta suficiente; la eliminación del depósito requiere una limpieza profesional realizada por un dentista o un higienista dental. Si no se retira el sarro, el proceso inflamatorio puede seguir avanzando.
Más abajo se detallan las diferentes etapas de la periodontitis. Tenga en cuenta que solamente unos pocos pacientes muestran estos signos tan avanzados de enfermedad inflamatoria. Consulte siempre a su dentista si no está seguro del estado de su encía.
Fases de la periodontitis
En las fases avanzadas de la periodontitis el hueso maxilar y las fibras que sujetan los dientes se atrofian. Esto da lugar a un aumento de movilidad de los dientes y, en el peor de los casos, a una pérdida del diente.
1. Leve
La placa se acumula en el diente y en el borde de la encía. La encía se inflama y sangra.
2. Severa
El borde de la encía pierde capacidad de adhesión con el diente, las bacterias se multiplican y la placa se adhiere al sarro; así el hueso circundante se atrofia.
3. Masiva
La encía retrocede. El hueso maxilar y las fibras del diente continúan atrofiándose, el diente se afloja y puede caerse.
Póngase en contacto con su dentista para obtener información acerca de los riesgos adicionales de periodontitis.
Una fiesta para un nuevo diente
Una enfermedad que sufren 8 de cada 10 españoles mayores de 35
años debería ser muy conocida por todos. Sin embargo, no es así. Estos
datos estadísticos, extraídos de la Encuesta Nacional de Salud,
demuestran que las enfermedades periodontales –periodontitis o, más
comúnmente llamadas, piorreas– son todavía unas grandes desconocidas
para la mayoría de los pacientes que las padecen, tanto que muchos nos
preguntan: “Doctor, ¿la piorrea se cura?”.
Hace casi 50 años, un grupo de
investigadores demostró que las periodontitis son enfermedades
inflamatorias de origen infeccioso. Nuestra boca constituye un
ecosistema microbiológico complejo, compuesto por cientos de especies
bacterianas. La ausencia de higiene bucal o el uso de una técnica
deficiente generará un aumento en el número de bacterias que tendrá unas consecuencias clínicas evidentes y casi inmediatas en las encías que podrán manifestarse de dos formas:
• Gingivitis. Las encías
aumentarán de tamaño, cambiarán de color (del “rosa coral” pasarán al
“al rojo vino”) y sangrarán con gran facilidad, ya sea de forma
espontánea, tras la masticación de determinados alimentos o durante el
cepillado. Con el tratamiento profesional y personal adecuado la
gingivitis desaparecerá sin dejar secuelas.
• Periodontitis.
Si dejamos que la gingivitis se perpetúe en el tiempo y aparecen
ciertos factores llamados de riesgo –como el tabaco, la diabetes o los
antecedentes familiares– el problema infeccioso se puede trasladar de la
encía al hueso alveolar, que se encuentra por debajo de ésta y que es
el responsable de mantener anclado el diente en su posición. En este
caso estaremos ante una situación clínica totalmente diferente que
generará la pérdida ósea alrededor de las piezas dentales, dando lugar a la periodontitis.
Si el problema no se ataja a tiempo, los dientes adquirirán movilidad y
se caerán de forma espontánea o estaremos obligados a extraerlos.
Con un tratamiento acertado, los problemas periodontales podrán
desaparecer. Frenaremos la pérdida ósea, pero desgraciadamente y a
diferencia de las gingivitis, las periodontitis dejarán secuelas (recesiones o “sensación de diente largo”, sensibilidad, movilidad…), mucho más evidentes cuanto más avanzada esté la enfermedad. Por lo tanto, la respuesta a la pregunta inicial es “Sí, podemos curar la piorrea”,
aunque el diagnóstico precoz es fundamental para mejorar el pronóstico
general del caso y minimizar las secuelas. Sólo es posible detectar la
enfermedad en estadios iniciales con la ayuda de los profesionales de la
odontología y mediante revisiones periódicas realizadas en consulta.
Debemos estar atentos a los signos de alerta.
Una vez solucionada la periodontitis, el paciente necesitará ser
sometido a un riguroso control profesional durante el resto de su vida y
debe ser consciente de que la higiene bucal adecuada, el cese de
hábitos nocivos y el cuidado de nuestra salud general son pilares
básicos para evitar la reaparición de la enfermedad.
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